500 Days of Charles // Cherik

(189)

Charles puede ser un adicto al trabajo a veces, cuando se trata de sus estudios. Erik descubre esto una mañana cuando se despierta en el apartamento de Charles, acurrucado cómodamente en la cama de Charles, con los gatos de Charles acurrucados a sus pies, pero el propio Charles no se encuentra en ninguna parte. Erik tropieza para salir del dormitorio, confundido y no muy despierto, sólo para encontrar a Charles en su estudio, dormido, todavía vestido con la ropa de ayer y su tesis abierta frente a él. Hay papeles y libros en todas partes y el cabello de Charles es un completo desastre en donde Erik imagina que ha pasado la mano incontables veces en frustración. Sonríe cariñosamente y va a la cocina a hacer café; Él sabe que Charles lo necesitará cuando despierte.

Erik trae dos tazas de café a la oficina y las coloca sobre el escritorio, sonriendo a cómo la cara de Charles, tan joven e inocente, es suavizada por el sueño. El sutil aleteo de sus párpados mientras sueña con mundos imposibles, pálida y cálida luz matutina sobre sus mejillas, haciendo que su blanca piel brillara en color rosa. Erik levanta una mano para alisar el pelo corto del cuello de Charles y Charles murmura en su sueño, subconscientemente despertándose por el tacto. Erik presiona la almohadilla de su pulgar contra el cuello de Charles, contra los nudos apretados que son sus músculo después de pasar demasiadas horas sentado y encorvado sobre sus libros. Charles hace un suave sonido en la parte posterior de su garganta y parpadea con sueño al despertar.

"Erik," dice suavemente, gimiendo cuando Erik presiona sus dedos más fuerte contra el músculo adolorido en el cuello de Charles. "Buenos días."

"Hice café," dice Erik suavemente, moviéndose detrás de Charles para poder masajear la espalda de Charles, deshaciendo suavemente toda la tensión entre sus hombros.

Charles hace un sonido de agradecimiento, y murmura algo que suena vagamente como: "Tú, amigo mío, eres un dios."

Erik se ríe.