(339)

2.4K 233 3
                                    

"¡Erik, abre la puerta!"

Erik se despierta y se queja, apretando los ojos por el ruido de los golpes en la puerta de su casa, que coinciden con las pulsaciones de su dolor de cabeza. Tira el edredón por encima de su cabeza y se hunde más profundo en el capullo de oscuridad que es su cama, con la esperanza de que tal vez eso hará que el ruido incesante desaparezca. Erik tiene esperanza de muchas cosas. Probablemente ya debería estar acostumbrado a no conseguir lo que quiere.

"Erik, ¡abre la maldita puerta ahora mismo, o juro por Dios que la derribaré yo misma!"

Erik refunfuña incoherentemente en voz baja, murmurando obscenidades mientras se arrastra fuera de la cama, sus miembros se sienten pesados y su cabeza da vueltas. Se las arregla para recordar ponerse una bata antes de tambalearse hacia la puerta, sintiéndose un poco como si quisiera morir. Tal vez beber esa escocés la noche anterior no fue una buena idea. Pero, de nuevo, Erik no ha tenido buenas ideas esto días.

"¿Qué?" Gruñe mientras abre la puerta, esperando que la expresión en su rostro sea un poco más parecida a "No te metas conmigo, podría matarte con mis propias manos." y un poco menos como "Hola, me acabo de despertar y tengo resaca extrema, así que por favor, déjame en paz para que pueda dormir durante los próximos cinco mil años." pero a juzgar por la mirada poco impresionada en la cara de Ángel, probablemente no tuvo éxito.

"Jesucristo, Erik," Dice Angel, haciendo una mueca ante su apariencia. Y ya que no puede recordar la última vez que se duchó, se imagina que luce como mierda. Ella pasa a su lado para entrar en su apartamento y echa un rápido vistazo, frunciendo el ceño y sacudiendo la cabeza con incredulidad.

"¿Qué?" Gruñe otra vez, tratando de luchar contra el impulso de correr al baño más cercano para poder vomitar en paz.

Ángel frunce los labios, con las manos en las caderas. Su expresión aguda se desvanece lentamente, sus hombros se relajan mientras suspira frente a él.

"Vístete," dice, con la voz tensa y cansada. "Haré el desayuno. Tenemos que hablar de Charles."

500 Days of Charles  //  CherikWhere stories live. Discover now